La base de una buena salud:
La alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables, proporciona los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Estos nutrientes son vitales para el crecimiento y desarrollo, especialmente en la juventud, cuando el cuerpo está en constante cambio.
Los micronutrientes, como las vitaminas y minerales, juegan un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunológico, la salud ósea y la función cognitiva. Por ejemplo, el calcio y la vitamina D son esenciales para el desarrollo de huesos fuertes, mientras que los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón, son fundamentales para la salud cerebral.